El Padre Cristian Alejandro Correa realizó el rito del lavatorio de pies, el cual rememora el momento cuando Jesús, durante la Última Cena, se levanta y lava los pies de sus doce apóstoles y tras ello les dice: "Hagan como yo he hecho con ustedes".

El lavatorio de pies simboliza la vocación de servicio, la humildad y la igualdad que todos sus fieles deben practicar.

“Ojala que nosotros los cristianos, sobre todo aquellos que llevamos adelante alguna institución, como mamá y papá también, ojalá nosotros podamos entender verdaderamente el sentido de la autoridad de Jesús. El ser autoridad no es tener la potestad de poder faltarle el respeto al prójimo. Ser autoridad a la manera de Cristo es servirnos entre nosotros”.

“En esta Semana sobre todo, no miremos con ojo raro aquel hermano que hace mucho que no viene a la iglesia, más bien tenemos que alegrarnos porque viene a compartir con nosotros. Yo vengo de pueblo también y muchas veces, soy consciente que apena se escucha un taco en la puerta, se dan vuelta a mirar quien entra. Eso queda feo”.

“Qué lindo sería que nosotros a la manera de Cristo podamos también lavarnos los pies entre nosotros. Lavarnos los pies entre nosotros pasa por el respeto, cuidarnos entre nosotros, valorarnos. Pasa también por saber estar cuando mi hermano me necesita, saber comprenderle, el saber escucharle, saber callar o ser prudente”.

“Este ministerio de ser sacerdote, esa gracias, esa vocación que somos poco y hace falta mucho. Siempre digo que, el pueblo sin sacerdote faltaría los sacramentos que es importante para nuestra vida de cristiano y el sacerdote sin pueblo sería un sacerdote triste, porque no tendríamos con quien compartir este gran misterio que Cristo nos dejo, que es la Eucaristía”.

“Por eso les invito a que tangamos presente siempre lo importante que es el Sacramento de la Eucaristía en nuestra vida como cristiano y también los otros sacramentos que Cristo nos Regaló”.

Finalizada la Santa Misa se trasladó el Santísimo Sacramento a la parroquia histórica de la Inmaculada Concepción en procesión recordando aquel momento particular en que Cristo fue acompañado por los apóstoles.

En ese lugar y luego de adorar al Santísimo, el Padre Cristian se quebró, por todas las dificultades que tiene que enfrentar y a veces no es fácil afrontar la realidad “La Semana Santa para mí es muy fuerte, por todo esto que está pasando en la comunidad, por el Padre Víctor, por situaciones concretas que ustedes pasan, no lo conozco a todos, pero nos estamos conociendo y uno escucha. Por eso yo ínsito mucho tenemos que cuidarnos, a veces nos preocupamos por tonterías y al lado nuestro hay hermanos que están sufriendo. Discúlpenme que le sea franco”, para finalizar pidió “Sigamos rezando” “Doy gracias por este poco tiempo que estoy con ustedes me siento cómodo”.

 

“Doy a gracias a todas aquellas personas que todos los días hacen posible que yo me siga sintiendo más cómodo todavía”

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