En este acto litúrgico solemne de acción de gracia de la iglesia católica de la que participó el intendente Walter Almirón, acompañado del vice Rodrigo Melgarejo, algunos de sus funcionarios, los concejales Ramón Camelino, Pablo Benítez y Tamara Scotto. Directivos y docentes de establecimientos educativos, Juez de paz, jefes de las distintas fuerzas de seguridad y público en general.

“Estamos reunidos aquí con motivo de celebrarse un aniversario más, donde la liturgia y el evangelio nos presenta a un hombre que se encuentra sorprendido por la muerte, un hombre que no había pensado en esto, en esa noche en que él estaba haciendo sus planes para el futuro. Dios ciertamente espera a cada uno de nosotros, pero no les avisa”. Señaló el padre Aranda.

“Nos espera porque realmente él es infinitamente bueno, misericordioso con cada uno de nosotros, siempre nos perdona nuestras faltas y siempre nos espera, pero no avisa, para que nosotros realmente estemos en constante preparación”.

“Y la mejor preparación para la otra vida que nos espera, es la práctica de las buenas obras, no hay otra cosa. Hacer el bien y evitar el mal, porque Dios ama lo que es justo y rechaza lo que está mal, por eso nos dice la palabra que el que obra bien es de Dios y el que obra mal, no ha visto o no conoce a Dios”.

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