El campo santo estuvo concurrido una tradición que se repite año tras año de visitar el lugar donde descansan los restos de los seres queridos.

Homilía del padre Víctor

“Siempre queremos que nuestros difuntos se salven, por eso nosotros pedimos siempre, o las veces que podemos una intención de misa por el eterno descanso de quien en vida fuera aquel ser querido que ya se nos fue, que ya partió a la casa del cielo, y hoy en un día recordamos todos juntos por eso la misa siempre ofrecemos nuestra oración y por la infinita misericordia de Dios pedimos realmente que él ya los tenga en su presencia”.

“El Evangelio de hoy nos cuenta que Jesús ha resucitado, acá está muchas veces la repuesta a la pregunta que nosotros nos hacemos cuando perdemos el ser querido”.

“Jesús ha resucitado, entonces quiere decir que si Jesús resucitó nos prometió también a nosotros la resurrección, quiere decir que un día también nosotros vamos a encontrarnos con aquel ser querido que yo perdí. Y cuando me voy a encontrar con ese ser querido, cuando yo también parta a la otra vida”.

“Pidamos al señor en nuestra oración, en nuestro rezo, en esta eucaristía que realmente todos nuestros difuntos consigan la salvación, es un día para recordarlo con mucho cariño, con mucho afecto, pasan los días, pasan los años y la memoria de cada uno de ellos singuen intacto en el corazón de cada uno de nosotros”.

El padre Víctor luego de oficiar la misa recorrió el cementerio para llegar por ultimo hasta la tumba donde descansa los restos del padre Pedro Gasellas, de la compañía de Jesús, nacido en Barcelona el 4 de septiembre 1888 y falleció en Itá Ibaté el 25 de abril 1958.

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