Dios Puede Restaurar tu Familia
Pastor Marcos Jardín
Sábado 24 de noviembre de 2012
La palabra de DIOS nos da varios ejemplos de vida y conductas, en el libro de hebreos cap.12:vs.15 -17, nos advierte de debemos tener cuidado y evitar que la amargura nos dificulte alcanzar la gracia y el favor de Dios; nos da como ejemplo a Esaú quien vendió las bendiciones de la primogenitura por un plato de comida y al final se amargo por las consecuencias de sus actos. La gente recibe la raíz de la amargura en el hogar, trabajo, sociedad.
La historia de Esaú empieza con su padre que se casa con rebeca quien da a luz a sus gemelos Esaú y Jacob, muy diferentes entre sí, uno preferido por su padre y el otro de la madre. En esta familia había (2) dos bandos, lo que es un grave error.
La primera reacción de una familia: que ha pasado por momentos difíciles y adversos, es amargura, enojo, celo, ira y pelea.
La de Esaú que se peleaba con su hno. Jacob.
•Desprecia las bendiciones de primogénito
•Se divorcia de la primera esposa
•Se saca con otra.
La amargura que estaba en el corazón no le permitía ser feliz y buscaba venganza. La amargura corrompe a la persona y la incapacita para acercarse a Dios en oración y sanar las heridas del alma.
La segunda reacción es de Jacob, huye del hogar de sus padres teniendo grandes problemas familiares, huyo para salvar su vida, abandonó sus posesiones y las comodidades del hogar.
El mismo recibió tratos engañosos, vivió muchos años en el exilio. Forma su propia familia, se casa con dos hnas, porque amaba a la menor pero fue obligado a casarse con la mayor primero. La esposa amada es estéril, y la otra es la que le da hijos. Al primer hijo, Jacob le puso un nombre que significa “Dios vio mi aflicción” es decir que da nombre a su niño con el problema que vive. Así creció la flia hasta completar doce hijos cada uno nombrado recordando el problema que arrastraba.
¡Eso es terrible! El error de Jacob fue vivir en un hogar donde vio la división y no superarla. Ciertamente él no se amargo pero tampoco aprendió, simplemente dejo que todo volviera a suceder en su propia flia. Hay muchos así, sanos en su corazón pero no tienen la fortaleza y la virtud del Espíritu Santo en sus vidas para cambiar, y así repiten en su hogar lo que vivieron con sus padres. En el caso de la familia de Jacob, sus hijos también se dividieron. Sintieron celos, envida, por su hno. José, el favorito de Jacob, lo vendieron como esclavo y la historia se repitió.
La tercera reacción es de José, el no se amargo aunque tuvo suficientes razones para hacerlo, supero el dolor, la traición, los celos, las envidias, aprendió de las experiencias, puso su vida en las manos de Dios y camino con él en obediencia y temor para no pecar contra Dios. Dios lo honro. Llego a ser gobernante de Egipto, se caso y tuvo dos hijos, al primero lo llamo Nanases y al segundo le nombro como Efraín porque Dios le hizo fructificar en tierra de aflicción. De esa forma, José declaraba que estaba sano, no tenía heridas, construyo su vida y hogar en el fundamento de Dios y su palabra. Eso es precisamente lo que Dios quiere para tu vida que logres edificar un hogar feliz y estable. Aprende a ser una persona que ama a Dios y a su palabra dispón tu corazón en obediencia a Dios, deja atrás el mal ánimo, amargura, celos, envidias y peleas, busca en Dios la paz interior, la felicidad el gozo y la alegría DIOS desea bendecir tu hogar y flia. Puedes leer estas historias en el libro de génesis capitulo 26, al capítulo 30. Y cap. 37 al cap 41.
“Imita solo lo bueno que recibiste de tu familia para construir tu propio hogar”
“Si tienes alguna inquietud o pedido de oración podes comunicarte al 3781-489544