Viernes, 30 Noviembre 2012 15:20

Es una fiesta de Dios para la familia

Lo dijo el Monseñor Andrés Stanovnik en la confirmación de los jóvenes

Viernes 30 de noviembre de 2012     

Anoche la comunidad de la Iglesia Inmaculada Concepción de Itá Ibaté estuvo de fiesta, primero porque el templo parroquial fue bendecido por el Obispo monseñor Andrés Stanovnik, con presencia del párroco Jorge Ojeda, el Intendente Nino Portela y señora, y el Viceintendente Ramón Camelino y público. En segundo termino porque un grupo de jóvenes recibieron el Sacramento de la Confirmación.

Homilía del Obispo 

 Un saludo especial a lo que se van a confirmar y a la que se van a confirmar, a sus madrinas y padrinos, a las familias. Es una fiesta de Dios para la familia. Saludo a los amigos y amigas, que fueron invitados por la familia que tiene alguno que se confirma y a toda la comunidad cristiana reunido aquí para celebrar este sacramento admirable. 

Uno mira este cuadro y yo quedo impresionado realmente, impresionado por que todos estamos en nuestro lugar cumpliendo nuestra función. Cada uno se halla donde está, en mi caso el señor me puso acá, yo tengo que prestar este servicio, el del padre Jorge, el de los ministros. Tanto que colaboraron para que hoy estemos nosotros de esta manera, celebrando la eucaristía, el primer día de la novena, es una armonía realmente hermosa. ¿Quién hace posible esto? Que cada uno estemos en nuestro lugar. ¡El Espíritu Santo! No nos queda quepa ninguna duda.

Es el espíritu de unidad, es el espíritu del amor, de la solidaridad, es el que enciende el en nosotros el  amor de Dios.

¿Cómo nos damos cuenta que existe el Espíritu Santo? Si no los vimos,.. Por sus manifestaciones, por los signos, acabamos de describir esta asamblea y dijimos quien hace posible esto. Este signo, esto que vemos, esta manifestación, es obra del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo lleva a la historia de la humanidad hacia su consumación definitiva, cual va ser el final de la historia, esto, pero infinitamente mejor. Es decir va ser la plenitud del amor. Nosotros estamos en camino y en este camino fuimos elegidos para que respondamos al Espíritu Santo.

Creo que hoy, empezando la novena, probablemente y la preparación de la confirmación, reflexionamos un momento sobre esa afirmación del Credo donde decimos: “Creo en el Espíritu Santo”. Creemos en el Espíritu Santo porque sabemos que existe y por eso confiamos en el, tenemos certeza de su existencia. No tenemos ninguna duda porque tenemos los signos, como el amor. ¿Cómo nos damos cuenta que el amor existe? Nos damos cuenta que el amor existe donde hay unidad, donde hay dialogo, donde hay respeto. Hay persona que se ayudan los unos a los otros. Donde hay persona que se perdonan, y busca la reconciliación, donde se cuida con mucho cariño, y dedicación a los enfermos, a los que tienen capacidades diferentes, a las personas ancianas. Ahí nos damos cuenta “el amor existe”, por esas manifestaciones.

El amor existe en la iglesia cuando hay manifestación desde amor a Dios, como es la oración, la celebración de la eucaristía, la celebración de los sacramentos. Donde un hombre una mujer ora. Cuando se está en oración, esta movido por el Espíritu Santo, es un signo del amor de Dios que trabaja en el corazón de hombre y de esa mujer.

Dios nos eligió a nosotros. Cuando Dios elige, en primer lugar, como Dios Elige y llama (Ahí vamos a decir, primero Dios nos eligió en nuestro bautismo), a través de nuestros padres que nos llevaron a la iglesia y nos bautizaron y después nos siguió eligiendo porque puso en el camino nuestro una familia que nos educó en la fe, y luego los catequistas.

Después cuando fuimos mas conociendo el Espíritu Santo, ya por nuestra cuenta fuimos respondiendo hasta llegar a este momento en que estos jóvenes, que ya se dan cuenta de la presencia de Dios en su vida y fueron preparados por los catequistas, responden por ellos mismo con libertad ser testigo de Jesús, fueron sucesivamente elegidos. 

Cuando Dios elige, siempre en primer lugar separa. Los separa, lo separa para él. El amor ¿No es así? El amor cuando elige a la persona la separa. La separa del resto, es para mí, yo quiero se para él. No es así, pero no nos aísla, lo separa para afianzarlos en el amor y para devolverlos en el servicio amoroso después, a los hijos en la familia y a la sociedad. No sirve una familia que cierra la puerta de su casa y no le interesa más nadie.

Una familia cristiana se arraiga  en el amor y siempre abre su puerta a la comunidad. Abre su puerta a los pobres, y sus miembros (de una familia cristiana), siempre están dispuestos a ponerse al servicio de los demás, esa es la acción que el Espíritu Santo realiza en nosotros.

Por eso los chicos están separados del resto, estos chicos que van a ser confirmados. Dios los elige y separa. ¿Para que? Para acercarlos más él, para derramar sobre ellos el Espíritu Santo. Que no se lo queda para él, lo devuelve a la iglesia ya la sociedad para ser testigo de Cristo. Para que se dejen conducir por el Espíritu Santo y no por otras voces. Las voces que le ofrecen pasarla bien, rápido. Voces que le ofrecen la droga para ser feliz. Voces que le ofrecen el camino corto de arreglo de todo tipo para no tener que trabajar y hacer dinero fácil por ejemplo. Voces que lo llevan a mentir y a no ser verdadero, creyendo que la mentira les trae algún beneficio. 

Nosotros queremos juntos con el querer de Dios que estos jóvenes que se van a confirmar, derramados en ellos el Espíritu Santo se dejen conducir por ese espíritu.

Por eso la iglesia se preocupa y pone al lado de ellos, además de los papas, a los padrinos. Los padrinos están para que los acompañen y no se salgan de este camino. La única manera de que la responsabilidad del padrino y de la madrina se cumpla es con el ejemplo.

Por eso madrina, padrino, también el señor por la invitación o por la palabra de tu ahijado o ahijada que te pidió ser madrina o padrino, te eligió y te separó, para acercarte más a Dios y llevas entonces en tu misión de madrina o padrino, realmente ejemplo, en primer lugar de vida cristiana, para que tu ahijada o ahijado vea en vos realmente una cristiana y una buena persona, ¿Se dan cuenta?

Es hermosa esta vocación cristiana, exigente naturalmente. Como toda cosa importante en la vida. Una meta importante exige sacrificio. Si uno quiere servir bien a la familia tiene que trabajar. En la vida, el sacrificio, cuando uno sabe hacia donde camina no cuesta.

Nosotros sabemos que nuestra vida partió de Dios se derramó en ella el Espíritu Santo el amor de Dios y caminamos hacia Dios. En ese amor nos tratamos los unos a los otros. 

Como esta celebración es un momento hermoso por supuesto para los que se van a confirmar, para las madrinas y para los padrinos, también es importante para la familia, para el núcleo familiar. Tiene que tiene que hacerlo pensar, la familia es la primera escuela y los maestros son los papás, vale también para los padres el tema del ejemplo.

Es muy importante que a la madrina o al padrino o los padres, estos jóvenes que se van a confirmar los vean rezar. Recen con ellos.

El que reza tiene la certeza de que Dios está presente en su vida y su vida está conducida por el espíritu Santo. La oración es el trato  familiar con Jesús. Esa presencia en la oración fortalece nuestra vida. Pero no se puede vivir como cristiano solo. La oración las expresamos en común. Por eso nos reunimos los domingos en la oración más importante que es la Eucaristía.

María es modelo de fe, porque se entregó entera a Dios y cumplió cabalmente con su misión de madre y seguramente fue una excelente vecina, con su misión de esposa. María es modelo de fe.          

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