La ceremonia fue presidida por el intendente Walter Almirón, acompañado del vice intendente y presidente del Concejo Deliberante local, Rodrigo Melgarejo, directora de Cultura Alicia Alfonzo, concejal Ramón Camelino, diacono Luis Berdun, 1er. Alférez Diego Páez, subcomisario Cyntia Ubeda.

Por parte de los establecimientos educativos encargados del acto estuvieron presentes el rector Prof. Gustavo Hermosilla y la profesora Karina Castillo del colegio secundario Julia Joaquina López de Pérez y por el lado del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica el coordinador Prof. Alejandro Zamurio y la Prof. María Muñoz.
Luego de la entonación del Himno Nacional argentino, del minuto de silencio, de la ofrenda floral, el diacono Luis Berdun tuvo a su cargo la invocación religiosa.

Maestro de ceremonia el profesor Dr. Alejandro Zamurio.

El intendente Walter Almirón en su discurso manifestó

“Hoy nos convoca y nos reúne una fecha tan cara a los sentimientos de los hijos del suelo americano, especialmente para los argentinos y de una manera muy particular para los correntinos, porque hoy nos reunimos a rendir honores al “Padre de la Patria”, y aunque hoy conmemoramos su paso a la inmortalidad, es ocasión más que oportuna para recordar sus innumerables proezas, que bien le merecieron el título de “Libertador de América”.

“Por razones ya conocidas, lamentablemente sólo podemos estar reunidos este pequeño grupo que conformamos el Comité de Crisis y este también minúsculo grupo de profesores que tuvieron a cargo la organización de este importantísimo acto. Siempre respetando estrictamente las medidas establecidas por las autoridades, para prevenir el contagio y la propagación del Covid-19, este flagelo que azota actualmente a toda la humanidad”.

“Hoy estamos nuevamente reunidos en esta plaza emblemática de nuestro pueblo, este espacio muy querido por los itaibateños y que felizmente se encuentra presidido por el busto del prócer que venimos a honrar y que agraciadamente lleva su magnánimo nombre. Bajo su serena mirada de bronce hemos venido de muy pequeños, con nuestros padres o con nuestra Escuela a celebrar todas nuestras fiestas patrias, como así también nuestras fiestas populares, o familiares, porque, qué itaibateño no ha venido aquí a tomar unos mates con su familia o amigos, a nuestra hermosa “Plaza General San Martín”.

“Ciento setenta años han transcurrido de su fallecimiento y aun hoy sigue dando mucho de qué hablar esta eminente figura de las Américas, cuyas naciones se hubieran sentido orgullosas de tenerlo por hijo, si así Dios lo hubiere querido, y en nuestro mismo país, cuántas provincias quisieran haberlo visto nacer en su suelo, pero somos nosotros los dichosos comprovincianos de este espléndido hombre, nacido en nuestra bella tierra guaraní. Sintámonos honrados de este privilegio y tratemos de imitarlo, especialmente en el amor desinteresado a su patria”.

“Mucho nos ha dado en vida y mucho nos sigue dando aún hoy, porque a 170 años de su fallecimiento su enseñanza sigue resonando y guiando a quienes lo tienen por ejemplo. Siempre será poco lo que podamos hacer para retribuirle todo lo que ha hecho por nosotros, no sólo por nosotros los argentinos, sino por toda América, porque su genio fue tan grande, que liberar a un solo país le era poco, Chile, Perú y en fin, todo el continente le debe la libertad de sus pueblos”.

Dijo alguna vez: “Ningún sacrificio ha sido grande para mi corazón, porque aún el esplendor de la victoria es una ventaja subalterna para quien sólo suspira por el bien de los pueblos”.

“En este, uno de sus más célebres pensamientos, podemos vislumbrar la verdadera dimensión de su grandeza”.

“El General San Martín, además de ser un excelente estratega militar, también ha sido un gran pensador y si en el campo de batalla pudo apreciarse sus dotes de guerrero, en sus pensamientos puede descubrirse su sabiduría y el temple de su espíritu. Y si con las armas nos adquirió la libertad, con sus pensamientos nos dio las armas para conservarla, pues bien dijo: “La ilustración y fomento de las letras son las llaves maestras que abren las puertas de la abundancia y hacen felices a los pueblos”.

“La educación es arma que tienen las naciones para lograr todo lo que se propongan, sin educación no existe la independencia ni la soberanía, con la educación se obtiene el progreso y la libertad”.

“Bueno queridos compueblanos, tengámoslo siempre presente en nuestra mente y en nuestro corazón y la mejor manera de que viva por siempre en nuestra patria, es enseñándoles a nuestros hijos su legado inconmensurable de patriotismo, su amor desinteresado al bendito suelo que nos vio nacer. Tengan todos muy buenos días”.