Martes, 22 Septiembre 2020 21:22

Entrevista a Gloria Socio Psicopedagoga

EN EL MARCO DEL DÍA DEL ESTUDIANTE

Martes, 22 de septiembre

Ser estudiante no depende de una edad, en este caso vamos a abordar la temática del estudiante que aprende a otro ritmo, en otros tiempos. Vamos a conversar sobre cómo se logra enseñar y aprender en plena pandemia. Entiendo que la inclusión tiene relación con el acceso escolar y el acceso al conocimiento.

 

Gloria Socio es Psicopedagoga y hace 4 años creó en Itá Ibaté el Centro Educativo Terapéutico “Senderos”, cuyo cartel reza EL AUTISMO No es un error de procesamiento. Es un sistema operativo diferente.

Gloria primeramente quiero preguntarte ¿Porqué el nombre de Senderos?

“Lo elegí en alusión a los diferentes caminos por los que el niño llega al aprendizaje”.

¿Hace cuanto ejerces la profesión?

“Hace 4 años que estoy dedicada a esto”.

¿Por qué elegiste esta carrera?

“Porque en mi último año de secundaria conocí a una psicopedagoga que nos dio orientación vocacional. Y ver ese trabajo tan diferente a la docencia creo que de alguna manera me motivo”.

¿Cómo es el aprendizaje de un niño con autismo en el contexto de pandemia?

 

                     Gloria Socio                           

 

“El aprendizaje como tal es muy singular, en este caso donde hay características propias del espectro, los vehículos que conducen al niño al contacto con el aprendizaje son variados, desde las obras sociales recibimos las indicaciones para llevar a cabo sesiones por teleconferencias, pero no es posible en todos los casos, por ejemplo la plataforma de zoom es apropiada para un niño y poco adecuada para otro. Acá a nivel local se llevan a cabo las prácticas en un formato presencial”.

“El niño que posee características vinculadas a las funciones ejecutivas desreguladas, necesita del contacto con sus pares, se beneficia de aprendizajes grupales, del contacto con la ecología. Podemos decir que en el contexto de la pandemia hicimos un aprendizaje nosotros quienes realizamos el trabajo en el terreno, los niños y la comunidad”.

¿Considera que la sociedad está preparada para aceptar al niño con autismo?

“Mi sensación es que la sociedad tiene un corazón enorme, que los itaibateños tienen realmente un gran corazón, pero con esto no alcanza, necesitamos todos como sociedad estar capacitados, desde el conocimiento, es fundamental saber acerca de las crisis, de sus maneras de establecer vínculos, sin ir más lejos debemos saber que un niño con este trastorno no tiene capacidad de espera, por lo tanto se le debe dar prioridad a él, o a su madre o padre en la cola del supermercado, en el banco, en el local comercial, son detalles, que de conocerlos nos convierten en grandes colaboradores y sujetos provocadores de cambio”.

¿Quiénes asisten a este lugar?

“Generalmente, venían en búsqueda del viejo apoyo escolar, después mis colegas hicieron su parte en esto de generar conciencia, acerca de cuál es el campo de acción de la psicopedagogía y aparecieron personas de todas las edades y los abordajes fueron cada vez más amplios, hoy hacemos la interconsulta con psiquiatría con una naturalidad que regocija, no debemos dejar de destacar que esta situación de pandemia trae consigo un fenómeno sociológico, el confinamiento sitúa al sujeto en una posición de vulnerabilidad, surgen los miedos, los desórdenes, se incrementan las situaciones de abusos y violencias intra familiar, y los niños sufren cuadros de estrés producto del cansancio que implican las tareas”.

“Nuestra labor en este último periodo pasa por orientar y contener al niño y al adulto mayor, este último sufre la distancia física, los niños escuchan los medios de comunicación y no es fácil para ellos saber que esa franja etaria, la tercera edad, se encuentra dentro de la población de mayor riesgo”.

“Por otra parte también hacemos apoyo a cuestiones ligadas al trayecto escolar, tenemos talleres donde se ponen de manifiesto el imaginario del niño, se despliega el arte, la ciencia y se permite que afloren los sentimientos, pero por sobre todo interactuamos favoreciendo el desarrollo potenciando los vínculos sanos, generamos espacio para que el niño aprenda a gestionar desde pequeñas cosas como el intercambio de un juguete, pequeño detalle que mañana lo convertirá en un gran hombre. No es lo mismo extraer con agresividad un autito, que ofrecerle otro acompañado de un amable ¿te lo cambio por este?

¿Qué mensaje quieres dejarle a los padres o a la sociedad?

“Un mensaje optimista por supuesto, ya pasara todo esto y los chicos estarán en las aulas, por el mientras compartir espacios de aprendizajes incursionando en la gastronomía, el contacto con el ser querido y la fabricación de un alimento son un combo que nutren y calan profundo”

 

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