Nuestra salud mental en contexto de pandemia
LIC. JOSÉ MARÍA GÓMEZ PSICÓLOGO CLÍNICO
Sábado, 2 de enero de 2021
Vivimos actualmente en una situación difícil caracterizada por una pandemia que, a nivel mundial, significa una crisis como nunca habíamos experimentado. Tanto la cuarentena como el distanciamiento social nos vienen afectando muy intensamente, dado que no estábamos preparados para enfrentar un contexto con estas características, sin embargo, como Humanidad, en nuestra historia atravesamos por varias pandemias, como, por ejemplo: la Peste Negra (Siglo XIV), Viruela (principalmente en el siglo XVIII, Gripe española (1914 – 1919), etc.
Estamos en este siglo XXI afrontando una nueva pandemia, y la Humanidad seguirá teniendo otras en el futuro. Lo importante es tomar consciencia de lo que implica vivir y atravesar un panorama como el que vivimos. En tal sentido, el cuidado de la salud es crucial, más cuando se ve afectada o amenazada por la circulación de un virus, y si bien siempre se ha valorado más el cuidado de la salud física u orgánica, la salud mental es fundamental y de hecho constituye una unidad con la salud física.
Lamentablemente por idiosincrasia, por cultura, no está tan valorado el cuidado de lo psicológico en contextos como el nuestro, pero nuestro bienestar depende de que nuestra mente está sana, en un equilibrio dinámico. De hecho, la mayoría de las enfermedades tienen causas psicosomáticas, lo que significa que, si cuidamos nuestra salud psíquica, evitaremos posibles síntomas y problemas que afectarían también a nuestro cuerpo.
La pandemia ha dejado en evidencia el estado de situación de cada persona en cuanto a sus estados emocionales, sus recursos, sus miedos y temores, su capacidad de tolerar la frustración, sus angustias y ansiedades, como su capacidad de transformar positivamente las circunstancias. Lo que hay que saber es que nuestra vida implica pasar por diferentes crisis, y que la clave está en cómo vamos resolviendo las distintas situaciones de conflicto y de pérdidas.
Nuestra vida comienza, de hecho, con una situación traumática, como el nacimiento: nacemos pasando de una situación de satisfacción en el útero materno, a tener que respirar por nuestros propios medios, y a partir de ahí, empieza nuestra fascinante aventura de abrirnos paso en la Vida, superando distintas situaciones problemáticas. Es decir que las situaciones difíciles, las crisis, son siempre posibilidad de crecer y de mejorar; depende de qué hagamos ante las adversidades.
El logro de una buena salud mental pasa por interpretar la realidad de una manera constructiva, sabiendo expresar lo que nos pasa. Cada uno de nosotros tiene derecho a una vida feliz, alegre, con satisfacciones y logros, con sueños y metas que se puedan concretar, pero eso dependerá de que nos podamos expresar y actuar.
La mente -y el cuerpo- se va trastornando cuando no expresamos lo que nos pasa, cuando nos quedamos en silencio cuando en realidad tenemos mucho para decir. Mucha gente no dice lo que realmente le pasa y se hace costumbre aguantar y soportar situaciones que no nos hacen bien, y eso nos va enfermando; por eso, en una realidad como la que vivimos actualmente, y que seguiremos viviendo durante un tiempo, uno tiene que valorar lo más importante que tiene: La Vida.
Y vivir significa poder realizar la mejor vida posible, ya que tenemos solo una vida, y hay que vivirla lo más saludablemente posible; y en situaciones donde la vida está en riesgo, aprendemos a valorarla más; nos damos cuenta de cosas que en tiempos de “normalidad” no nos deteníamos a valorar: la importancia de la familia, los afectos, los amigos, nuestra propia autoestima, la importancia de hacer lo mejor por nosotros mismos y por los demás.
Por eso mi propuesta, como ser humano y como profesional de la salud mental, es que aprendamos a expresar lo que nos pasa, sin postergar todo aquello que hace bien; expresar nuestros sentimientos y nuestras emociones, no dejarse llevar por el orgullo o el rencor, y saber que el tiempo tiene que ser vivido lo más intensamente posible para generar bienestar. En este tiempo de pandemia, uno tiene que pensar lo valioso que es existir, y no permanecer en situaciones de dolor o sufrimiento innecesario, sabiendo pedir ayuda, rodeándonos de personas que nos hagan bien, viendo en la crisis, la posibilidad de cambio para bien.
Nunca olvidaremos este año 2020, porque ha sido el año en que la propia vida nos dio un sacudón, para poder pensar, reflexionar, sentir, y proponernos cambiar, para valorar más cada instante, para aprender a querernos, a querer al otro, y para construir entre todos, las mejores vivencias posibles. Deseo que cada uno pueda vivir cada día, siendo protagonista de lo que realmente desee protagonizar.
Lic. José María Gómez
Psicólogo clínico
MP Nº 1282