El intendente Walter Almirón al comienzo de la celebración de la Santa Eucaristía, presidida por el Fray José Adolfo Larregain Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Corrientes relató un poco la historia del Cristo de la hermandad.

El 11 de noviembre de 1998, Itá Ibaté recibió la bendición muy grande y única en toda la provincia, fue erigida en su hermosa tierra la grandiosa y sacra escultura de nuestro señor Crucificado, cuyo magnifico escultor don Luis Jabín Sissara, nombró “Cristo de la Hermandad”.

La finalidad del nombre era justamente lograr la hermandad de todos los hombres, empezando por los itaibateños, luego los correntinos y el de los argentinos en su totalidad.

Por ello y para ello este talentoso artista se fijó el objetivo de tallar un Cristo en cada provincia del país y nuestro pueblo tuvo la bendición de ser el trono para nuestro señor.

                         Cristo de la Hermandad tallado por Luis Jabín Sissara 

La primera talla estuvo hecha como todos los sabemos, de timbó colorado, árbol nacido y crecido en este suelo. Además del escultor, muchos itaibateños colaboraron en su confección y el que no tuvo la oportunidad de quitarle una astilla al madero, pudo ayudar de otra manera acercando un vaso de agua aunque más no fuera.

Nuestro Cristo de la Hermandad rápidamente cobró fama y fue conocido en muchas partes de la provincia, del país y así también en países vecinos. Así pasó a ser parte infaltable de las postales de Itá Ibaté, junto a sus barrancas, su templo y otras bellezas que distinguen a nuestro pueblo.

Lamentablemente la naturaleza nos afecta a todos, personas, animales y cosas; nadie escapa a sus efectos. Así nuestro Cristo fue acusando el paso del tiempo y las inclemencias climáticas. Pero siempre los itaibateños estuvimos ahí, para darle una mano y minimizar la agresividad del viento, del sol y de la lluvia que lo querían destruir.

Durante esto veintidós años de existencia, en muchas ocasiones nuestro Cristo fue restaurado y lo realizaron distintas personas, profesionales, que utilizando diferentes técnicas, siempre pusieron todos de si para que quedara como nuevo, lo que se lograba en cada restauración.

Una de esas restauraciones la anteúltima, la hizo el propio autor de la obra, Luis Sissara en el año 2018.

Pero el tiempo y el clima pesan y luego de tantos años sus efectos fueron más severos, dañando profundamente la sagrada figura en toda su integridad. Igualmente no bajamos los brazos y con la guía de Dios, entre el padre Víctor y la directora de Cultura y Educación del municipio Alicia Alfonzo buscamos a la persona que tendría la habilidad y la capacidad de recuperar nuestro querido Cristo.

Así encontramos al talentoso artesano, don Luis Romero, del Instituto de Cultura de Corrientes. Su fama bien conocida en el ambiente sacro, ya que es el autor de numerosas restauraciones entre las que se encuéntrala de la iglesia de San Miguel, de Loreto, entre otras tantas.

Es así que en el mes de octubre próximo pasado, nuestro Cristo fue trasladado a su taller en la ciudad de Corrientes capital, con el fin de que el mismo contara con todas las herramientas y los materiales necesarios para optimizar su labor restauradora.

El trabajo fue arduo y difícil por el gran deterioro que presentaba la imagen, muchas de sus partes fueron irrecuperables, por lo que tuvieron que ser reemplazadas con material nuevo, pero siempre con el firme objetivo de guardar la mayor fidelidad posible del original, utilizándose las partes que admitían su reutilización y descartándose lamentablemente la que ya estaban muy destruidas.

                             Cristo de la Hermandad tallado y restaurado por Luis Romero

Hoy gracias a Dios, luego de aproximadamente tres meses de intenso trabajo, nuestro Cristo está nuevamente entre nosotros y se alza en su enorme cruz, signo de su grandísimo amor hacia nosotros.

Desde ella nos mirará nuevamente, nos bendecirá y otra vez podremos acercarnos y elevar nuestras oraciones, agradeciendo o pidiendo por nosotros, por nuestros familiares y amigos, por nuestro pueblo, por nuestra provincia y por nuestro país.

Dios quiera que la gigantesca imagen sagrada de su hijo permanezca para siempre entre nosotros y nos bendigas a todos.

   Cristo de la Hermandad tallado                                Cristo de la Hermandad tallado y restaurado 

       por Luis Jabín Sissara                                                        por Luis Romero