Y esa hermosa palabra mágica es “gracias”. Esta palabra tan cortita, tan chiquita, pero tan grande, que nos la enseñó nuestra “seño”, nuestra primera “segunda mamá”. Nos la enseñó junto a las otras dos grandes palabras mágicas que nos acompañarán durante toda la vida, y que son “permiso” y “por favor”.

Hoy quisiera dirigirle especialmente esta palabra mágica a usted señor Gobernador y decirle gracias, muchas gracias por preocuparse por la educación de todos los correntinos y en esta ocasión particular por la educación de los más pequeños, nuestros queridos niños itaibateños, que son el futuro de nuestro pueblo, de nuestra provincia y de nuestra nación.

Gracias, Sr. Gobernador, por propiciar los medios y las condiciones necesarias para que nuestros pequeñitos puedan iniciar el fascinante mundo del aprendizaje, base fundamental de todo pueblo que tenga reales y serias aspiraciones de crecer y progresar.

Sin educación esto sería imposible, no existe pueblo ni nación que haya salido adelante sin educación. Sólo con el conocimiento, la instrucción, la formación de sus habitantes, un país puede buscar la superación y con más razón en estos tiempos, en este mundo tan tecnológico en el que vivimos, donde los pueblos que no tienen un nivel educativo adecuado, quedan relegados, excluidos de la órbita de los países desarrollados o emergentes.

Con educación y de calidad, las naciones que tienen sus economías en desarrollo, pueden aspirar a ser más que pequeños productores de materias primas, pueden diversificar sus productos, industrializarlos e imprimirles valor agregado, tan necesario para el progreso. Es decir que con educación de calidad, los pueblos pueden anhelar y lograr mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El jardín de infantes o la educación inicial, mejor dicho la etapa del jardín de infantes, es una de las etapas más importantes en la vida del ser humano.

Es el momento en que dejamos la comodidad de nuestra casa y la seguridad de los brazos de mamá para salir al mundo, a encontrarnos por primera vez con nuestros pares, los que como nosotros, también temerosos, salen a descubrir el mundo. Y qué bueno que este pequeño mundo fuera de casa, sea la escuela, la segunda casa en nuestras vidas a la que vamos a aprender y a relacionarnos con otras personas, que ya no son mamá, ni papá, ni mis hermanos, ahora son mis compañeros, mis amigos, con quienes comienzo a aprender cosas nuevas y especialmente aprendo a sociabilizar con mis semejantes.

Seguramente lo vivido en este período tan importante de nuestras vidas, quedó grabado en nuestro subconsciente e influyó en la formación de nuestro carácter, en nuestra forma de ser, en nuestro modo de ver el mundo.

Por eso es tan importante esta etapa, porque será la base de nuestra personalidad y servirá para el desarrollo, o no, de nuestras capacidades.

Tal es la importancia del Jardín de Infantes, por lo que es imprescindible crear las condiciones, el ambiente necesario para que este gran paso que daremos por primera vez fuera de casa, no sea traumático y doloroso. Para que este primer alejamiento de nuestros padres y de nuestro hogar, sea agradable y que lo sintamos como una extensión de nuestra familia y de nuestra casa.

Este es el objetivo primordial que se anhela al construir un edificio que albergará la inocencia pura de nuestros niños. Un lugar que sea nuestro segundo hogar, al que queramos ir siempre, porque nos sentimos bien y nos gusta estar ahí.

Hoy se inaugura en nuestro pueblo esta hermosa y moderna casa de estudios, gracias a la preocupación y ocupación constante de nuestro Gobernador, preocupado y ocupado siempre en la educación de todos los correntinos.

Este flamante edificio que cobijará a todos niños itaibateños que se inician en la educación, fue construido pensando en ellos, en nuestros pequeños, para brindarles todas las comodidades necesarias para comenzar el largo camino del aprendizaje.

Señor Gobernador, no me queda más que agradecerle nuevamente por su compromiso y felicitar a los directivos y docentes de este nivel por este logro e instarlos a poner todo de sí para que nuestros chicos vean en ellos a sus segundos padres y a esta casa como a su segundo hogar.
Muchas gracias.