El discurso alusivo estuvo a cargo de la seño Roxana Arriola

El 25 de Mayo es y será para los argentinos una fecha inolvidable, porque que ha quedado gravada en nuestras mentes y en nuestros corazones desde nuestra más tierna infancia. Ya desde aquellos primeros años de nuestras vidas, cuando empezábamos a relacionarnos por primera vez con nuestros pares en el Jardín de Infantes, nuestras maestras nos enseñaron de alguna manera a celebrar esta fecha.

Más tarde en la Primaria y luego en la Secundaria, esto se fue repitiendo, quedándonos así impreso en el alma lo trascendente de esta fecha y lo importante que es conmemorarla.

Así llegamos a ser consientes de que el 25 de mayo fue y será para los argentinos, la aurora de nuestra patria, el nacimiento de nuestra querida Nación y de que festejarlo es festejar nuestra identidad como pueblo libre y soberano.

Por eso es tan importante para los que amamos a nuestra tierra. Y, una de las maneras más sencillas de demostrar ese amor, es recordar y honrar a aquellos próceres que nos la legaron. Para ello estamos hoy aquí, a 211años de aquella valerosa gesta patriótica, para celebrar nuestra libertad y honrar a quienes nos la obtuvieron.

Aquel 25 de mayo de 1810, había culminado una agitada semana en la entonces futura capital de la Nación, semana que hoy conocemos como la “Semana de Mayo” y habían sido días muy complicados y difíciles para la política de aquella época, ya que los criollos habían tomado conocimiento de la invasión napoleónica a España y del apresamiento del rey Fernando VII.

Esta conmoción política entre España y Francia, fue la ocasión oportuna que vieron los patriotas para liberarse del yugo colonial y gobernarse por sí mismos.

Esto les proporcionó la oportunidad de solicitar al virrey Cisneros un Cabildo Abierto, para discutir la situación de Buenos Aires en este contexto político y pedir la emancipación de España.

Finalmente, luego de reuniones y acalorados debates, el 25 de mayo, se destituyó al representante español y se proclamó la Primera Junta de Gobierno Patrio, integrada por Cornelio Saavedra, como Presidente; Mariano Moreno y Juan José Paso, como secretarios y a Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Juan Larrea y Domingo Matheu, como vocales.

Estos son los nombres de los nobles patriotas que la historia nos ha hecho llegar hasta nuestros días, pero sabemos que detrás de ellos también había numerosos hombres y mujeres, patriotas anónimos, que como pueblo los apoyaron e hicieron posible que surgiera esta gloriosa Nación. A todos ellos los recordamos y honramos en esta memorable fecha.

Este es el segundo año consecutivo que no podemos festejarlo con el pueblo, como es debido y como nos gustaría hacerlo, pero, como el año anterior, primo la salud de nuestros conciudadanos y es deber de las autoridades velar por el bienestar de la comunidad, esta comunidad que de algún modo nos fue heredada por aquellos patriotas de mayo. No podemos defraudarlos y fieles a este compromiso, redujimos la participación a un mínimo imprescindible. Igualmente el pueblo está presente a través de sus representantes y de sus autoridades.

 La invocación religiosa lo realizó el presbítero Víctor José Aranda