“El Hospital inmaculada Concepción de Itá Ibaté está en alerta roja, así debe continuar. Nuestro pueblo respalda su salud en nosotros”.

“Les agradezco el trabajo y esfuerzo permanente. Los abrazos fuertes, es necesario que nunca olvidemos que estamos en la primer fila de la batalla y que el equipo debe sostener al compañero afectado, aún en el cansancio extremo, no es tiempo de victimizarnos por eso”.

“Qué lindo haber regresado con mis hijos después de tantos cielos recorridos. Hoy siento que esto fue el propósito del lugar que ocupo, la conducción del hospital Inmaculada Concepción, fortalecido siempre en Dios y la buena intención”.

“Dentro de las falencias, la seguridad de entregar lo mejor que tenemos lo mejor que podemos, mucho pesar en mi alma por cada dolor ajeno, eso va en mi esencia como también la necesidad de decirles cuanto orgullo tengo por cada uno de ustedes”.

“Estamos haciendo historia desde el frente de batalla a veces con armas débiles, pero estamos y el coraje que veo en ustedes alimenta mi fortaleza”.

“Quiero que les llegue mi respeto a todos ustedes. Tengan la seguridad que no estamos solos, Dios está con nosotros. La institución resiste con trabajo constante y prudencia. Estamos trabajando sin descanso, somos cuatro médicos y 11 bajas por Covid dentro del personal de sanidad”.

“Quiero estimularlos, se que están cansados, no podemos parar ni descansar. Se come en el hospital, se duerme y se vive adentro”.

“Ha sido esperanzador haber podido rescatar voluntades con colores de diversos cielos, cada uno entregando lo que puede desde su solidaridad, soy testigo del impacto que esa ayuda ha causado en los más vulnerables”.

“Agradezco a la conducción del ministerio de salud pública que encauzó inmediatamente un equipo de personas idóneas. Que ayudaron a sostenernos en esta tormenta y gracias mi querido gobernador, gracias por esa mano fuerte y contenedora hacia la comunidad sanitaria y hacia la comunidad toda”.