“Permítanme, en primer lugar, felicitar a todos y cada uno de ustedes, así como a sus padres y familiares, por este importantísimo logro. Culmina hoy una larga travesía por la cual han transitado, etapa tras etapa”.

“Similar al escalamiento de una montaña, ustedes han superado, de manera exitosa, todos los desafíos que se les presentaron gracias a su capacidad, entrega, determinación y persistencia. Estoy segura, por experiencia propia, que durante todo este tiempo han pasado momentos felices y otros de angustia; que han trabajado duro; que han sabido sobreponerse a las etapas de incertidumbre y de debilidad; que han forjado amistades (sin lugar a dudas, uno de los mejores tesoros) que conservarán el resto de sus vidas. Pero también se abre hoy un nuevo ciclo, en el que todo lo que han aprendido, en conocimiento, valores, principios y actitudes, será de fundamental importancia para sortear exitosamente los retos que enfrentarán”.

“Puedo decir, que tuve la fortuna de acompañar sus pasos en la formación docente desde el inicio hasta el final. Evocando un poco, su primer día de clases se encontraron conmigo, con la unidad curricular Deporte Individual Atletismo donde las habilidades motoras básicas: caminar, correr, saltar y lanzar jugaron un papel fundamental y comprendieron que a partir del desarrollo adecuado de las mismas surgen los demás movimientos de los distintos deportes”.

“También con Juego y Recreación, donde su esencia de niños se vio reflejada en su máxima expresión, la vergüenza quedo en segundo plano, pudieron soltarse a través de juegos, canciones, conducción de grupos, obras de teatro, y la tan famosa Fiesta del Niño Jardinero donde con mucho compromiso y responsabilidad superaron todas las expectativas, mis más sinceras felicitaciones siempre”.

“Luego nos volvimos a encontrar en Prácticas en Ambientes Naturales, donde han descubierto un contexto distinto, motivador, actividades en pleno contacto con la naturaleza, esa naturaleza que tanto la deterioró el hombre, y que hoy en día somos los mismos responsables de revertir esa situación. Como siempre les dije: debemos enseñar al alumno a cuidar su propio cuerpo, el de los demás, y también el medio que lo rodea”.

“Y como última unidad curricular, y broche de oro: Teoría del Entrenamiento, para muchos la ultima materia que rindieron en cuarto año. Sé que fue motivo de sus desvelos, de sus preocupaciones, de sus nervios, y de muchas cosas más. Perdón por eso, pero que sepan que quiero que sean excelentes profesionales, que sean personas capacitadas para trabajar con los cuerpos de los demás con seriedad y fundamentos. No tengo dudas que así lo harán”.

“Y de esta manera, culmino mi recuerdo fugaz por estos años que transitamos juntos”.

“No voy a olvidarme de destacar el increíble grupo de trabajo que tenemos, mis grandes colegas, que con tanto esmero llevamos adelante a la institución, gracias por resaltar todo el tiempo con acciones la palabra “compañerismo”, por acentuar el sentido de pertenencia, el trabajo en equipo. Soy una apasionada de la profesión y sé que ustedes también. No me quedan dudas que la docencia es mucho más linda con la armonía de un grupo de trabajo, gracias por eso”.

“Ahora quisiera hablarles de otra cosa:

En mi opinión, no existe una receta mágica ni universal para transitar este mundo plagado de desafíos, donde la única constante es el cambio, pero, como bien dice el poeta, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Existe en mi experiencia, una serie de principios, un decálogo que a mí me ha ayudado y que hoy deseo humildemente compartir, con la esperanza de que algunos de estos preceptos puedan resultarles útiles en sus vidas”.

1. Crean en ustedes. Tengan siempre presente que ustedes son los únicos y verdaderos arquitectos de su propia vida. Recuerden que son ese personaje llamado profesor de educación física, que al igual que una molécula de ATP van llenando de energía cualquier lugar que se encuentren y que al igual que el aire para la vida, ustedes son importantes para la sociedad.

2. Sientan pasión por su trabajo, pongan el corazón, el alma y toda su energía en cada cosa que hagan. No puedo asegurarles que tendrán todo el dinero del mundo (ojalá así lo fuera), pero sí puedo asegurarles que serán muy felices con esta profesión que han elegido.

3. Trabajen duro y den lo mejor de ustedes. No busquen el camino fácil o, peor aún, el atajo. Esto es apenas el comienzo, sellen de por vida un compromiso con la calidad y la excelencia y con crecer, personal y profesionalmente, de manera continua.

4. Sean perseverantes y no se rindan fácilmente. En ocasiones se sentirán decepcionados, o no debidamente reconocidos. En estos tiempos, es muy complicado reconocerle al encargado de la parte humana, de la parte motora, del que fomenta el gusto por la actividad física. Recuerden en esos momentos que las buenas cosas suelen tardar en llegar y que el arduo trabajo tarde o temprano da sus frutos.

5. Sean agradecidos con el privilegio de haber logrado concluir una carrera terciaria, un nivel superior. Sean buenos profesionales pero por sobre todo excelentes personas, lleven los valores y la educación como estandarte de sus vidas, y lo más importante: lleven a la educación física con orgullo.

“Mis queridos alumnos y egresados, un placer haber formado parte de su formación, gracias por compartir sus vivencias, sus momentos personales y especiales. Sepan que acá tienen una colega para lo que necesiten. Ahora, salgan a comerse el mundo, y que los sueños sean más grandes que los miedos, confío mucho en su potencial, ustedes pueden! Adelante”.

Los quiero y los abrazo!
Profesora Yuliana Portela