Miércoles, 22 Noviembre 2017 11:48

Catalina, Brochero y Tránsito: tres cordobeses santos que trabajaron juntos

RELIGIOSO

Miércoles, 22 de noviembre de 2017

Córdoba - Tanto el Cura Gabriel Brochero, como la Madre Catalina y la Madre Tránsito Cabanillas, sirven de inspiración para fieles católicos no sólo de Córdoba sino del país y el mundo. Y el legado de estos tres cordobeses ha logrado transmitirse de manera individual, aunque también gracias a su trabajo conjunto

"Brochero y Catalina se conocen en una Casa de Ejercicios Espirituales donde Catalina como laica iba a ayudar, que está en la calle Deán Funes de la actual Córdoba. Brochero como seminarista iba a hacer ejercicios. Luego los reúne el trabajo por la epidemia del cólera, y ahí está también Tránsito Cabanillas. Si bien esto no está documentado, los tres coincidieron en la misma tarea, y la tradición oral así lo dice", señala la Hermana Silvia Somaré, de la Congregación de las Esclavas del Corazón de Jesús.

Pero el vínculo del Santo con Catalina llegó más allá: Brochero era un transgresor y un audaz, y fiel a esta característica propia, se animó a confiar en Catalina para expandir sus planes de educación y de ayuda a la mujer. "Nuestra congregación tenía cinco años de fundada, y aun así le pide a Catalina que fuera a traslasierra a encargarse de la Casa de Ejercicios y del Colegio de Niñas", cuenta Somaré y agrega: "En una época donde no había educación formal para mujeres, él funda este Colegio para mujeres y le confía la educación en este lugar a otras mujeres".

La hermana María José, perteneciente a la congregación fundada por Catalina, trabaja en Cura Brochero y cuenta que fue en 1880 cuando partieron 16 hermanas a caballo para cruzar las Sierras: "Ese fue el primero de muchos viajes, y es parte de la historia silenciada de los cordobeses que inspira e impulsa para seguir trabajando".

"Los dos tenían la misma inquietud: la formación de las mujeres. Brochero decía que, formando a las mujeres en la religión, formaban también a la familia", relata María José. "Era un colegio de calidad destinado a chicas pobres, donde también estudiaban francés y música, les daban una formación completa".

"Brochero venía seguido a esta casa, y de hecho tiene una frase patentada que dice 'Yo soy un locazo por las hermanas Esclavas', y hay cartas de Brochero diciendo que quiere mucho a Catalina, así como también Catalina dice que Brochero es un sacerdote humilde, trabajador, generoso, abnegado, un ejemplo para sus paisanos y que ha hecho la obra más monumental de la Argentina", destaca Somaré.

Las obras conjuntas de Brochero y Catalina continúan proyectándose, y fue este amor por la educación lo que los congregó en un objetivo común. Tránsito, quien también defendía estos valores, se sumó a ellos en la tarea de llevar ayuda a los tantos damnificados por la epidemia del cólera. Nuestros tres santos cordobeses vivieron una vida orientada al servicio, la educación y el amor, y es éste el camino que nos marcan para transitar e inspirarnos a diario.

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