Niños, jóvenes y adultos recibieron la primera comunión
PARROQUIA DE SAN ANTONIO DE PADUA DE BERÓN DE ASTRADA
Lunes, 2 de diciembre de 2024
La celebración de Eucaristía de este domingo en la parroquia de San Antonio de Padua de Berón de Astrada, fue muy especial, niños, jóvenes y adultos recibieron a Cristo en el sacramento de su Cuerpo y de su Sangre. Presidida por el párroco Padre Antonio Cardozo.
La comunión
Es el momento culminante de la ceremonia, en el que por fin el niño recibirá a Jesucristo bajo las especies de pan y vino. El sacerdote se acerca al niño y pronuncia las palabras «El Cuerpo y la Sangre de Cristo» a lo que el niño responde «Amén», demostrando su fe en el sacramento y recibe en su lengua la hostia consagrada mojada en el vino. En ese momento además de recibir a Jesús, el niño se une con alegría y amor a toda la Iglesia, a todos los cristianos, recibiendo el alimento que le dará la vida eterna.
La homilía del párroco, fue dirigida a los niños y adultos que tomaron la comunión.
“Celebraremos por primera vez esta comunión para ellos, que luego se convertirá esa comunión en algo cotidiano. Que significa eso, que en todas las misas siguientes, pueden o deben o busquen comulgar. Esta es la primera, pero no la última, de acá en adelante pueden recibir la comunión en cualquier parte del mundo”, expresó el padre Antonio Cardozo, párroco de la iglesia de San Antonio de Padua.
Historia de la primera comunión.
La historia de Jesús y la Primera Comunión es una historia de amor y fe. Jesús, el Hijo de Dios, vino al mundo para salvar a la humanidad del pecado y la muerte. Durante su vida en la Tierra, Jesús enseñó a sus discípulos sobre el amor de Dios y la importancia de seguir sus mandamientos.
En la Última Cena, Jesús compartió una cena con sus discípulos y les dijo que el pan que estaba comiendo era su cuerpo y el vino que estaban bebiendo era su sangre. Les pidió que hicieran esto en memoria de él.
La historia de Jesús y la Primera Comunión es una historia de amor y sacrificio. Jesús dio su vida por nosotros para que pudiéramos tener vida eterna. La Primera Comunión es una oportunidad para recordar el sacrificio de Jesús y para renovar nuestra fe en él.
La Santa Comunión (también conocida como la Cena del Señor o la Eucaristía) es el verdadero cuerpo y sangre de Jesucristo según la Biblia.
La Primera Comunión es un sacramento de la Iglesia Católica que se administra a los niños por primera vez cuando reciben la Eucaristía, el cuerpo y la sangre de Jesucristo. Cuando un pastor o sacerdote consagra el pan y el vino de la Santa Comunión con las palabras de Cristo, se convierten en el cuerpo y la sangre reales.
La transubstanciación es la creencia de que los elementos del pan y el vino en la comunión se convierten realmente en el cuerpo (carne) y la sangre de Jesucristo una vez que son consagrados por un sacerdote auténtico en la Divina Liturgia de la Santa Eucaristía (o “Santa Misa”). La apariencia del pan y el vino permanece, pero esto es solo una apariencia.
La Santa Comunión fue instituida por Jesucristo para todos los cristianos en la noche en que fue traicionado por Judas Iscariote. Este evento se llama “la Última Cena”, porque fue la última comida que Jesús compartió con sus discípulos antes de ser injustamente juzgado y crucificado (Lucas 22:15)².
Durante los primeros siglos del cristianismo, la Eucaristía se administraba solo a los adultos que habían sido bautizados y habían completado un período de catequesis. En el siglo IV, con el aumento del número de cristianos, se comenzó a administrar la Eucaristía a los niños, pero solo después de una preparación rigurosa.
En el siglo XIII, el Papa Inocencio III estableció la edad de siete años como la edad en que los niños podían recibir la Primera Comunión. La práctica se extendió rápidamente por toda Europa y se convirtió en una parte importante de la vida católica.
Durante la Edad Media, la Primera Comunión se convirtió en una ceremonia importante y solemne que involucraba a toda la comunidad. Los niños eran preparados cuidadosamente para el sacramento y se les enseñaba sobre la Eucaristía y la importancia de recibir a Cristo en su vida.
La Eucaristía está presente en la Biblia. En el Nuevo Testamento, durante la Última Cena, Jesús compartió el pan y el vino con sus discípulos y les dijo: “Haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). La Iglesia Católica interpreta esta frase como la institución de la Eucaristía.
A lo largo de los siglos, la celebración de la Primera Comunión se ha convertido en una ocasión especial en la que los niños reciben un traje blanco o vestido para simbolizar su pureza y su compromiso con Cristo. También se celebra con una misa especial y una fiesta para la familia y amigos.
Aunque la Primera Comunión no está explícitamente mencionada en la Biblia, se basa en la creencia de la Iglesia Católica en la Eucaristía y ha evolucionado a lo largo de los siglos como una tradición especial para los niños que reciben este sacramento por primera vez.
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