Su cuerpo fue trasladado desde el Hospital Juan Carlos y Alberto García de Itatí a la Morgue Judicial, donde esta mañana, por pedido de un Hermano de la fallecida, Wenceslao Torres, se apersono el Intendente Municipal de Itatí, Natividad Terán. Pasadas las 09:30 hs del martes 21 de enero Terán es informado por parte del médico forense que Josefa Torres tuvo una muerte clínica

“Desde el punto de vista clínico, la muerte es la interrupción de las funciones orgánicas de cualquier ser vivo, la cual está precedida la mayoría de las veces por una etapa agónica, en donde se encuentran una serie de manifestaciones clínicas que la presagian. La agonía puede ser corta o puede durar normalmente hasta un mes antes de la muerte. En algunos casos especiales, la etapa de la agonía dura años y de pronto ocurre una mejoría inexplicable. En el caso de muerte clínica, desaparecen todas las señales externas de vida, como la conciencia, el pulso y la respiración. En estos casos sobreviene la muerte biológica si no se toman medidas para revertir la situación. La muerte biológica, en cambio, no se puede cambiar con ningún tipo de atención o cuidados, ya que es físicamente irreversible…”, comentó el forense, además subrayo que:”… no se encontró ninguna evidencia de maltrato o abuso, su cuerpo se encontraba perfectamente limpio…” 

Quienes la vieron por última vez cuentan que en la madrugada del 20 de enero Josefa caminaba por la calle Fray Juan de Gamarra en dirección al norte, entre Desiderio Sosa y San Luis del Palmar, acababa de salir de la casa de la familia Aranda, donde diariamente comía y cuando ella quería realizaba su aseo personal.

Cabe destacar el rol que cumplió el Municipio de Itatí, quien desde horas muy tempranas, traslado al Comisario Diego Ocampo Alvarenga a la Ciudad de Corrientes, quien junto al Intendente Terán y el hermano de Josefa Torres, realizaron las diligencias correspondientes para poder dar cristiana sepultura a Josefa. La Municipalidad dispuso recursos para el traslado del cuerpo y su sepelio. Hoy en horas de la tarde junto a vecinos y quienes la estimaban, fue acompañada en principio a la Basílica, para luego dejar reposar sus restos en el Cementerio San Francisco de Asís, de Itatí.

Josefa Torres tenía unos 60 años, se calcula, tuvo tres hijos, uno de ellos hasta hace poco vivía en Itatí, el otro vive en Misiones y la hija se cree está viviendo en la Pcia de Buenos Aires. Además de su hermano Wenceslao, no tenía parientes en la localidad, su vida fue signada por la miseria y el abandono, naturalizamos su presencia en las calles sin tomar partido de su realidad, dicen los mayores que la conocieron que era una mujer muy elegante.

"JOSEFA"

Umbrío cabellos de viento

sobre cenizas cansada.

Ojos negros que se pierden

cabalgando la mirada.

Tantos hijos, tantos nietos

y tú no tienes nada.

Tus manos alas oscuras

brotes de sangre y cuajada.

Revuelves los montones

en brumas de madrugadas.

En un juego de abandono

queda tu vida alienada.

Bajo tu techo pañuelo

basuras amontonadas.

Si hay mano buena, comes

y a veces no comes nada.

Josefa, Josefa viene

Josefa, Josefa pasa.

Tantos hijos, tantos nietos

y tú no tienes nada.-

María Leandra Gervasoni

(Poetisa itateña)