Lunes, 11 Julio 2016 22:51

Se cumplen 200 años del 9 de julio de 1816.

DISCURSO DEL PROFESOR JOSE ARNALDO GALIANA, EN EL ACTO DE SAN MIGUEL

 (El discurso fue transcripto del manuscrito del autor. Puede haber errores en algunas palabras por mala interpretación) 

Lunes 11 de Julio de 2016

200 años de aquel día en que a los oídos de todos los hombres del mundo llegó el estridente sonido de las rotas cadenas…sonido, que junto al sagrado grito de libertad, marcaron el nacimiento de una nueva nación, la Argentina.

200 años del momento que esta joven Argentina dio sus primeros pasos, libre de ataduras, sin los lazos dominantes que la mantenía sometida al colonialismo opresor.

Son 200 años, joven Argentina, que has avanzado con tropiezos, superando obstáculos, pero dejando huellas indelebles en el camino de la historia.

Y has tenido hijos, y de todas las latitudes llegaron millones a tu encuentro y la recibiste y adoptaste como propias y le diste abrigo.

Y a todos ellos ofreciste los prodigios que Dios les otorgó para que crecieran, que tomaran sus propias decisiones sembraran sus propias esperanzas, soñaran sus propios sueños.

Les ofreciste su vasto territorio, tu vientre fértil de extensas llanuras, tu flanco occidental custodiado por las sinuosas curvas de las nevadas cordilleras, tu sien recostada  sobre el tibio trópico, recibiendo la suave y cálida brisa del altiplano y el amazona y tus pies tiritando por el frio polar y bañados por las saladas aguas del mar.

Tus hijos cosecharan los frutos de tu siembra y volvieron realidad sus sueños, y te hicieron sentir orgullosa, y te mostraste altiva ante el mundo, con la hidalguía propia de los gladiadores victoriosos.

Son 200 años en que te has sentido orgullosa joven Argentina, pero ese orgullo no se volvió egoímo..Has sido generosa, pues brindaste a la humanidad tus frutos  y tus hijos compartieron sus dones con el mundo.           

Así ante la ignorancia brindaste la savia educadora de Sarmiento y Vera Peñaloza y las maravillosas letras de Cortázar y Borges; la labor de Milstein, Housey y Leloir que fue tu gran ofrenda a la ciencia; ante la sin razón de la guerra apostaste el ideal pacifista de Pérez Esquivel y Saavedra Lamas; borraste el silencio con el arte hecho una melodía de Yupanqui y Piazzolla; y ante un mundo con el corazón enfermo ofreciste las salvadoras manos de Rene Favoloro.

Pero también, en estos 200 años joven Argentina, te ha tocado sufrir, por tus mejillas corrieron lágrimas de tristeza y dolor, por el enfrentamiento entre hermanos y por la irracionalidad de algunos de tus hijos que equivocaron el camino y has vivido momentos difíciles… pero los has superado dejando atrás las pobrezas de espíritu y las ambiciones humanas, y has podido volar con las alas de la Independencia soñada.

Son 200 años, joven Argentina, y quienes somos tu presente tenemos el sublime desafío de que sigas avanzando por tu senda gloriosa, y en esa empresa debemos dejar de lado nuestros miedos, decepciones y frustraciones, no dejarnos llevar por el desánimo fruto de las malas experiencias.

No debemos vivir obsesionados con quienes estos 200 años, solo quisieron terminar cubierto de oro y plata sino volver la mirada a quienes han quedado inmortalizados en el bronce. Volver la mirada a su ejemplo.

Al ejemplo de José de San Martín, quien resignó su fortuna y una vida de comodidades en pos de un ideal, el ver una Argentina, independiente y soberana.

Al ejemplo de Juan Bautista Cabral, ese humilde correntino, Sargento de Granaderos, cuyo arrojo salvó la libertad naciente.

Volver la mirada al ejemplo de los héroes de Malvinas, a nuestro Remigio Fernández esos hijos que se vieron obligados a cambiar su juvenil inocencia por el empuñamiento de las armas arriesgando todo hasta el límite de sacrificar lo más sagrado que Dios nos ha dado, que es la vida, por defender la soberanía del territorio más austral de la Patria.

Ese ejemplo es el que debe guiarnos, el que debe conducirnos… Ese ejemplo de entrega y sacrificio debe invitarnos a reflexionar; a pensar…A reflexionar en los 200 años vívidos y a pensar en los años que vendrán…

Pensar en nuestro hacer para conseguir que la Argentina, siga sintiéndose orgullosa y mostrándose altiva y cubierta de gloria..

Y es mediante el trabajo mancomunado que hemos de lograrlo. Ese trabajo impregnado en los valores del respeto, la generosidad y la solidaridad; con la visión puesta en el bien común, dejando de lado el egoísmo y las miserias humanas.

Es así como la Argentina ha de sentirse orgullosa pues así verá en su seno desarrollarse una sociedad más justa, equitativa, que promueva la igualdad de oportunidad y el bienestar general, que prospera bajo el imperio de la Ley.

Una sociedad en la que tus hijos alejen los fantasmas de las cadenas de la opresión y la esclavitud y cumplan con el mandato sublime de garantizar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.

Se cumple 200 años de las rotas cadenas…

Son tus 200 años, joven Argentina…

Que Dios, en su infinita sabiduría, derrame bendiciones sobre los senderos y caminos, que tus 40 millones de hijos hemos de transitar y nos ilumine para creer que si se puede seguir haciendo realidad ese sueño…

El sueño de ver una gloriosa nación coronada en su sien con laureles y a cuyos pies se rinde el león.

Felices 200 años, joven Argentina, hoy más orgullosa y activa que nunca…

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