Neri 3D, un emprendimiento correntino que sueña con una “revolución industrial”
HISTORIA DE VIDA
Martes, 13 de marzo de 2018
Las impresoras 3D cambiaron la lógica de fabricación y en ese camino se inició un emprendedor que llegó a esas máquinas por necesidad. Calidad, generación de empleo y atención personalizada son los valores que sobresalen de un incipiente negocio que sueña en grande.
Neri Hugo Matersky tiene 38 años, es escribano y tiene como hobby la práctica del aeromodelismo. Por necesidad, ese gusto (que nuclea a un número creciente de adeptos en Corrientes) lo acercó a la impresión 3D. “Quería fabricar las piezas para mis aviones y helicópteros porque son difíciles de conseguir. La solución fue comprar una máquina pero ahí no se terminó el problema”, cuenta el emprendedor y recuerda que fue a partir de entonces que nació lo que hoy se llama Neri 3D.
Al recibir su primera impresora se encontró con el desafío de armarla. “Te muestran armada pero te mandan todo desarmado”, rememora y sostiene que eso fue el puntapié para lo que hoy es su proyecto de negocio.
Con conocimientos previos de electricidad y electrónica comenzó a armar el modelo Prusa i3 que había adquirido pero terminó logrando un modelo diferente que permite mejor performance. “Analicé defectos y virtudes del modelo original y modifiqué tanto que logré una máquina más reforzada y confiable que puede trabajar durante largas horas sin inconvenientes”, afirma.
El emprendedor se reunió con el ministro de Industria, Trabajo y Comercio de la Provincia, Raúl Schiavi, y en el encuentro contó que en su inicio se acercó a otras personas que están involucradas en la impresión 3D y en ese intercambio “notaba que la gente tenía muchos problemas con sus máquinas y la mía, con las modificaciones que hice, imprimía sin problemas”. Fue en ese momento cuando su idea se hizo luz: “Acá tengo un buen producto –pensó- porque tiene más de 2 años funcionando en perfecto estado”. A partir de entonces entendió que su creación podría convertirse en un negocio.
Destaca que la característica sobresaliente de su producto es el calibrado que impide el calentamiento del motor. “Es una máquina muy versátil y apunto venderla a las pequeñas y medianas empresas que requieran fabricar partes, dado que este sistema evita los costos de producir los moldes por inyección, permite hacer pruebas a bajo costo y realizar los cambios sin mayores inconvenientes. Quiero generar una revolución industrial y que Corrientes sea una vidriera del sector”, exclama como quien desea hacer algo grande.
Neri nació en Coronel Du Graty (Chaco) pero sostiene “soy correntino por adopción. Vine a estudiar y me quedé acá, ahora no me voy más”. En ese sentido, contempla sumarse al programa Sello Correntino, “va a llevar la marca Hecho en Corrientes porque es fabricada en la ciudad de Corrientes”.
Calidad como premisa
“Mi sueño siempre fue tener una fábrica y que mi nombre sea sinónimo de calidad. Ahora estoy en el garaje pero este año quiero formalizar una PyME con 4 o 5 empleados para generar trabajo legítimo”, confiesa. Para el contador “en el mercado no se consigue una máquina como la que logré, por eso algunas partes las fabrico y otras las pido”, explica, y adelanta que “tengo un diseño propio de la estructura para evitar comprarla y así empezar a fabricar esa parte en Corrientes”.
“La mayoría no vende armada la impresora 3D; yo la entrego armada, probada, funcionando, con los programas disponibles, y doy un curso para enseñar a usarla de acuerdo al material que se emplee”, detalla. También, y no es un dato menor, “ofrezco garantía de un año a satisfacción del comprador, esto quiere decir que el comprador puede reclamar algún detalle y se le reconocerá a pesar que la máquina fue entregada en perfecto funcionamiento”, asevera.
La impresora Neri 3D tiene un costo de 50 mil pesos e incluye: la máquina armada y probada con un kilo de material antes de su entrega para verificar funcionamiento y resistencia. Al respecto, su creador señala que pretende reducir el costo aunque la cifra no sea grandilocuente para una inversión que puede ser amortizada en el corto plazo.
Como un televisor
“Es como un televisor de 20 pulgadas”, dice Neri a la hora de definir el tamaño de su producto y aclara que puede ser más grande o más chica si el cliente lo prefiere. Con la impresora “fabriqué un avión a control remoto y también se puede hacer las modificaciones del caso, agregar una cámara y se obtiene un dron”, ejemplifica.
Es preciso remarcar que la fabricación en 3D ofrece la posibilidad de crear parte por parte y luego ensamblar.
Más que clientes
La genialidad de Neri no cumplió todavía un año y ya cuenta con clientes, uno de ellos es un comercio de pesca y camping que compró la impresora 3D para fabricar engranajes. La visión comercial de Neri contempla a los clientes “como amigos” y justifica que “pretendo conformar una familia para que se sientan a gusto con el producto y con el servicio posventa que es totalmente personalizado”.
Las formas de pago son acordadas personalmente, pudiendo abonar en cuotas y utilizar la impresora para producir y así amortizar la inversión. Una vez que se salda el costo la máquina es propiedad del cliente.
Quienes quieran conocer los trabajos pueden seguir la cuenta en Instagram @neri_3d y por consultas pueden llamar al 379 4880788.