Al llegar a la peatonal, la Patrona de Corrientes fue recibida con vítores y los sones de la Banda de Música del Ejército Argentino.

Luego tuvo lugar la Adoración del Santísimo Sacramento y a las 17 dio inicio la misa solemne, presidida por Monseñor Andrés Stanovnik quien portó al báculo arzobispal que perteneciera a Monseñor Luis María Niella, primer obispo de Corrientes, que el 23 de abril de 1918 presidió la ceremonia de proclamación de Nuestra Señora de Itatí como patrona y protectora de Corrientes.

Al costado del atrio se encontraban las imágenes patronales de los Tres Pueblos peregrinos, San Cosme y San Damián, Santa Ana de los Guácaras, la Inmaculada Concepción de Paso de la Patria y la de San Luis, Rey de Francia, que en julio encabezará otra de las centenarias peregrinaciones al santuario de Itatí.

También participaron de la celebración eucarística el Vicegobernador de Corrientes, Gustavo Canteros; el Ministro del Superior Tribunal de Justicia, Fernando Augusto Niz; los intendentes de Paso de la Patria, Guillermo Osnaghi; el de Santa Ana, Augusto Navarrete; la de San Cosme, Verónica Morales Maciel; y el de Itatí, José Germán Fernández; el Juez de Paz de Itatí, Alfredo Aquino; el Director del Hospital de Itatí, Raúl Marín; además de autoridades provinciales y de las fuerzas de seguridad.

Durante la homilía, el arzobispo invitó a los fieles a renovar el juramento efectuado hace 100 años, repitiendo lo que hiciera Monseñor Niella, les dijo “¿Juran reconocer a la Pura y Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí como Patrona y Protectora de la Arquidiócesis?”, a lo que respondieron: “sí, juramos”.

Antes de finalizar la celebración, se descubrió y bendijo una placa recordatorio de este centenario y el intendente de Itatí, Germán Fernández entregó a Monseñor Stanovnik la resolución municipal que declara de interés general estos festejos.

Luego de rezar la oración a la Virgen de Itatí, que a cada párrafo se le agregó la frase “con amor filial, nos consagramos a vos”, la imagen de María descendió, portada por sus custodios, para recorrer todo el frente del santuario, mientras los fieles la saludaban con banderitas, pañuelos y los flashes de los celulares.