Homilía de la patronal de Loreto
POR EL ARZOBISPO ANDRÉS STANOVNIK
Viernes, 11 de diciembre de 2020
Ayer en Loreto el pastor de la iglesia comenzó su homilía de celebración de la Santa Eucaristía en honor a la Virgen patrona del pueblo.
Comenzó narrando un poco la historia
El éxodo de nuestros antepasados
Vencida toda resistencia por los invasores, los habitantes de Loreto, presumiblemente algunos de Corpus, Candelaria y San Carlos formaron una sola columna, concentrado toda su atención a un solo fin; salvar las imágenes que serian patrones celestiales de dichas poblaciones y a fin de impedir que cayeran en manos de sus barbaros enemigos, resolvieron huir con ellas y otras imágenes de su adoración católica, hacia tierras lejanas donde no pudieran alcanzar el vandalismo de las hordas.
Luego de la reseña histórica el arzobispo leyó el testimonio de doña Chapay, narrando ya muy anciana, oído de su padre Blas Chapay:
“La peregrinación fue dura y penosa, muy llena de privaciones, sirviéndoles de guía un indio “Payaguá”. Marchaban con las imágenes en andas, portaban sus ropas y demás enseres, en maletas y bolsas que llevaban a cuesta, a pie, generalmente de noche, por ocultase para que no los descubran los enemigos.
Así marcharon muchos días. Al fin, la columna hizo un alto definitivo en la “Loma Yetebú”, tierra de extensos cocales en la proximidad de lagunas y dispusieron a fundar y organizar la población a la que pusieron el mismo nombre de “Loreto”.
Además de la hermosa estatua de la Santísima Virgen de Loreto que depositaron en la capilla que construyeron luego de su llegada al emplazamiento, otras estatuas o imágenes quedaron justamente con la Virgen de Loreto, en la capilla que construyeron y donde hoy se conserva hasta la actualidad.