“Fue un cambio muy importante y, de todos modos, se pudo acompañar a los trabajadores a través de nuestra función específica”, dijo Arnaiz en una evaluación rápida de las acciones durante el año pasado.

La delegada en Corrientes subrayó que la pandemia obligó a acelerar los procesos de digitalización de las tareas que desarrolla el registro, y de ese modo las y los trabajadores rurales pudieron tener acceso a los servicios de manera virtual, y de manera ágil. Decretado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio el 19 de marzo, “ya el 1 de abril teníamos todos los trámites de SIPRED (Sistema de Prestaciones por Desempleo) en forma virtual, y concluido ese mes, ya estaba disponible la totalidad de los trámites prestacionales y registrales, a través de la web y vía telefónica”, recordó.

“Nos adaptamos rápidamente, pasando de lo presencial a la gestión a distancia”, resumió la delegada. Así fue que la Libreta del Trabajador Rural (LTR) –documento obligatorio- pasó de la tarjeta al formato PDF de uso por medio de los teléfonos móviles, y la integralidad de las gestiones del SIPRED se volcaron al sistema a distancia. Y esto último se optimizó cuando el Estado nacional dispuso la gratuidad y simplificación del acceso a cajas de ahorro bancarias, permitiendo que el personal rural acceda a una CBU y pueda cobrar sin verse obligado a concurrir al banco. “Esto es muy importante en Corrientes porque hay lugares de nuestro interior que no cuentan con sucursal del Banco Nación y los trabajadores debían recorrer grandes distancias para percibir el beneficio”, explicó Arnaiz.

En el pico de la cuarentena, la única acción presencial que se realizó fue la fiscalización. “Atendimos la totalidad de las denuncias recibidas y cumplimos la planificación sin ninguna dificultad”, señaló la delegada. Esta es justamente una de las tareas específicas que RENATRE realiza para constatar la inscripción de empleadores y empleados rurales, como también el cumplimiento de las condiciones laborales. “Hicimos fiscalizaciones conjuntas con el Ministerio de Trabajo de la Nación, la Dirección Nacional de Migraciones y la UATRE; y tuvimos el acompañamiento de la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia de Corrientes en cuestiones vinculadas a la Seguridad e Higiene Laboral y las denuncias de trabajo infantil”, destacó Arnaiz.

En números, detalló que se efectuaron 62 fiscalizaciones durante 2020 en la provincia y fueron 459 prestaciones por desempleo gestionadas de manera virtual para beneficiarios correntinos. A todo esto se sumaron y suman las capacitaciones a distancia ofrecidas desde el registro, y en el último tramo del año, algunas que ya pudieron organizarse de manera presencial con cupos reducidos, como el ciclo para yerbateros. Capacitaciones que también forman parte de la misión específica del registro.

Si algo subrayan en RENATRE es que la labor del campo fue esencial desde el minuto cero de la “cuarentena”. Y hubo que acomodar toda la actividad a ese nuevo escenario complejo, inédito e incierto. En la provincia, pese a los problemas de la sequía y todo ese panorama atípico causado por la pandemia, los niveles de producción crecieron en actividades como arándano, horticultura, forestación, resina y yerba mate. La alta demanda de mano de obra –característica de estas producciones- estuvo acompañada por las registraciones, de modo que allí los índices reflejaron esa mayor demanda.

La delegada Arnaiz reiteró que los trámites virtuales se establecieron inmediatamente y se mantienen, de modo que en la Delegación de la calle 9 de Julio N° 877 sigue la atención telefónica y la presencial con turnos, siempre siguiendo los lineamientos, protocolos y recomendaciones dispuestos por la Nación y la Provincia.