La dolarización
Por Noel Eugenio Breard
Lunes, 4 de abril de 2022
El fenómeno es el desplazamiento y sustitución de una moneda propia por una extranjera, es una forma de elegir nuestra propia muerte como país, ni siquiera podemos llamarlo eutanasia, porque ese término significa muerte digna y la dolarización, que es la fase superior a la convertibilidad, es una invitación a una muerte indigna a un paciente que está en estado de desesperación.
Esta es una reflexión provocativa, ya que algunos mal intencionados reducen el problema de un país a una cuestión monetaria y este es uno de los varios temas que tenemos que rediseñar con objetivos nacionales e instrumentos de política económica.
No se analizará aquí la dolarización plena desde el punto de vista teórico, ni se discutirá la conveniencia o no para los países latinoamericanos de adoptar este régimen. En mi opinión, la dolarización plena envuelve para los países en desarrollo la misma rigidez y vulnerabilidad a crisis cíclicas que las del patrón oro. Agravado con que ni siquiera se trata de extraer de la tierra algo parecida a botellas llenas de papeles verdes (como parodiaba Keynes), sino de atar las economías a otras economías grandes y de acuerdo a sus propios intereses, como lo hace cualquier país soberano, incluidos los subdesarrollados.
"Dormir con el elefante" dice Cohen, implica que uno puede ser aplastado involuntariamente, cuando el animal decida darse la vuelta”.
Las propuestas de dolarización en América Latina: Rol del FMI y los Think Tanks en los años 90. Noemí Brenta, Instituto de Historia Económica y Social, Facultad de Ciencias Económicas Universidad de Buenos Aires.