Es lo que venimos afirmando sobre la globalización, si gana Asia, la cultura la imponen los ganadores y Argentina transita un Gobierno Nacional que está instrumentando una alineación automática y ciega con EEUU e Israel, como si el mundo fuera unipolar y hegemónico post caída del muro de Berlín e implosion Soviética (1989/1991), sin entender que un sistema unipolar es una anomalía transitoria. Sabemos que el poder se reequilibra, el mundo de hoy es multipolar y las relaciones internacionales deben ser a partir del interés nacional y no en función ideológica.

Debemos dejar de ser el patio trasero de una potencia en decadencia y desplegar nuestras potencialidades en un mundo múltiple