Este martes, más de 15 mil personas colmaron el mítico Anfiteatro junto a la presencia además, de distintos funcionarios y legisladores provinciales: el ministro secretario general de la Gobernación, Carlos Vignolo; la ministra de Turismo, Inés Presman; los ministros de Obras Públicas y de Industria, Aníbal Godoy e Ignacio Osella, el presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero y el senador Sergio Flinta, entre otros. También acompañaron a los mismos, las jefas comunales de Riachuelo, Ingrid Jetter y de Resistencia (Chaco) Aída Ayala.

Justamente, en la oportunidad, el doctor Vignolo hizo referencia a la masiva presencia y efusividad del público considerando que "esta es una Fiesta en dónde disfrutamos de nuestros músicos y bailarines, los cuales son excepcionales y tienen un talento inagotable, aunque finalmente es la gente la que hace que este evento tenga el brillo que merece tener". "El compromiso social de los artistas es esencial para que esto siga creciendo", añadió.

Por otra parte, los funcionarios provinciales en sendas oportunidades, entregaron distintos reconocimientos a los músicos Gonzalo Miño (Buenos Aires) y Aníbal Maldonado, por su trayectoria.

Lo más destacado

Entre las presentaciones más destacadas de esta quinta jornada, cabe hacer referencia a la presentación del legendario Pocho Roch, que con sus clásicos "Corrientes Soñadora", "Por Santa Rosa me voy al Río" y "Pueblero de allá ité", hizo vivar al público presente, quien lo ovacionó de pie. En este sentido, el reconocido cantautor también recibió un merecido reconocimiento de manera oficial, al momento que se anunció que la sala de prensa del Anfiteatro, llevará su nombre a partir de hoy.

Finalmente, el público llegó a su pico máximo de algarabía cerca de las 2 de un nuevo día, cuando tanto Los Alonsitos como Los Nocheros potenciaron sendas improntas musicales, dejando plasmado sobre el escenario toda la preparación que venían realizando en estos últimos días.

Clásicos como "Enero", "Merceditas" y "Puerto Tirol" hicieron cantar y bailar a propios y extraños, junto -también- a temas propios del repertorio del cuarteto salteño, como "Voy a comerte el corazón a besos" y "La Yapa", para terminar con un efusivo "Kilómetro 11".