Martes, 11 Agosto 2020 16:53

Historia de un periodista contada en primera persona

FREDY MIRANDA

Martes, 11 de agosto de 2020

Un día Natalio Aides me mandó a la calle, allá por noviembre de 1986, con un handy "Mauro" de 2 Vatios en la mano, para contar lo que ocurría en una Corrientes mucho más tranquila, sin grandes noticias a cada rato.

 

Había que ingeniárselas para convertir en noticia lo que era cotidiano. Me puso un número, el Móvil 3 de LT 7 Radio Corrientes, y con una radio de retorno en el bolsillo y un auricular rompe oídos, salí desde La Rioja hacia la calle Junín.

Recuerdo cada momento de ese primer día como Móvil de Exteriores, crucé por el Mercado Central donde hoy está la Plaza Vera, recorrí los puestos, tomé notas de los precios de las verduras, los pescados y la carne.

Luego, desde la producción me avisó Isabel González que había un hecho en Junín casi San Lorenzo.

Rápidamente corrí hacia allí y encontré a un hombre en el suelo bajo unas chapas dobladas y a un lado una escalera. Un obrero se había desplomado colgando un cartel en plena calle, cuando aún no era peatonal, y el tránsito estaba cortado, con el muchacho rodeado de gente en la vereda.

Pedí aire y escuché por primera vez lo que sería una arenga para mí y un pie inconfundible de Natalio: ¡Adelante Fredy Miranda, Móvil 3!.

Así me sorprendí relatando lo que veía. Las palabras salían de mi boca mientras mi mente discurría en lo que mis ojos veían. Cada detalle lo iba relatando en una catarata de verbos y adjetivos contando la situación.

Atiné a hablar con el hombre caído, y con toda confianza en medio de su dolor me contó cómo se llamaba, (de apelllido Meza) mientras llegaba la ambulancia.

La noticia ya estaba lanzada y seguramente en alguna casa algún familiar se enteró por la radio.

No había celulares, solo la radio. Y mi equipo de VHF que me conectaba con la ciudad y el mundo.

 

 

Así, fue mi primera vez. Nunca mas volví al estudio, salvo en alguna transmisión ómnibus de Natalio, o algún programa que ensayé probando suerte en la pecera de la radio.

Pero la calle siempre fue única, me enseñó ella más que todos los años que podrían enseñarme cualquier Facultad o carrera en las aulas.

Lo otro es haber estado en el lugar y en el momento justos, con las herramientas del habla justas.


Luego vendrían más de 30 años de caminar calles, recorrer rutas, entrar a los barrios como a los despachos oficiales, y hacer con el Móvil de Exteriores, luego Móvil 1, el trabajo de todo un grupo: periodista, productor, operador técnico, chofer y hasta a veces, conductor único de mis propias salidas al aire.
Sin dudas, de toda mi vida laboral, fue la que más satisfacciones me dio.

Cuando consideré que había cumplido un ciclo y dejé la calle, sólo hice un impasse en las transmisiones.


Cuando estoy fuera, mi mente trabaja a la par de mis ojos, y voy contándome por dentro lo que estoy viendo.


A treinta y pico de años de aquel primer ¡Adelante Fredy Miranda!, celebro que hoy la ciudad esté repleta de móviles, unos más locuaces que otros, pero todos con la misma impronta: hacer realidad aquello que defiendo como una verdad incontrastable: LA RADIO ES LA CALLE, SINO, NO ES RADIO.

A MIS COLEGAS DE LA CALLE, LA HOY LLAMADA "LA PATRIA MOVILERA", ¡FELIZ DÍA DEL CRONISTA DE EXTERIORES!

 

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