Al mediodía "Cosas de Misiones, la Hermosa" y la "Hora del Yasiyateré", o los interminables radioteatros de Lascendre a la siesta, marcaban el compás de los tiempos y los días de mi infancia.

Con Alejandro Guerrero (con quien trabajé años más tarde) era yo leyendo las noticias, y con los partidos de Racing que escuchaba mi hermano, me transportaba a Buenos Aires donde estaba mi hermano mayor.

La radio era Rivadavia y "Rapidísimo" en mi exilio en Buenos Aires, y "El Show de los Impactos" en mi regreso a Misiones.

Fue "Radiomañana" en Corrientes.Y fue la primera transmisión de Radio San Cayetano desde un micrófono y un transmisor de 20 vatios en medio del campo, a la intemperie y bajo las estrellas con Raúl Corvalán.

Fue cada radio de cada pueblo y ciudad de Corrientes y de la región que me tuvo como corresponsal en toda la provincia en los 90,informando a más de 20 emisoras a diario.

Fue LT 7, LT 4, Sudamericana, Radio Dos, y tantas otras, grandes y pequeñas.

La Radio fui yo, desde que comencé a trabajar en ella, "haciendo radio", cumpliendo mi sueño infantil.
La vida me dio el gran regalo de vivir de lo que me gusta hacer.

Es el agua en el que me moví durante gran parte de ella.

Es transmitir sensaciones, reflotar emociones, contar historias y experiencias, vivir aventuras increíbles, en fin, la vida misma de un soñador.

Por eso cuando me preguntan cuando volvería, les digo, estoy siempre. Con otro ritmo, otros medios, otro perfil y otro destino.

Porque a la radio la escucho casi todo el día, y entiendo su dinámica y su psicología de símbolos de colores en la mente de cada oyente.

Porque fui uno de los que pude generar eso en miles de ellos.

Por eso, cuando me pregunto yo mismo, "qué es la radio para mí, me respondo, "yo soy la radio".

¡Felices 100 Años!, y Felicidades a todos quienes hacen radio.